El Macho Alfa

La finalidad de este artículo tiene múltiples sentidos, se basa en la realidad del machismo y la seducción, una idea auto personal y crítica del comportamiento de los hombres y la vulnerabilidad emocional de las mujeres y de las muchas ilusiones que estas se tragan en una cita con un hombre. 

El hombre, ese macho alfa capaz de pretender andar por el viene y va de la vida pensando que puede hacer a su antojo lo que su mente le pide que accione al dominar, sin dejar huellas irrefutables que hieren a las víctimas que se han dejado dominar.


Antes de entrar en materia y tornando un poco serio el absurdo articulo que les presentó. No olvidemos el verdadero siginifacado de "macho alfa"

Un macho Alfa es un calificativo para quien ocupa una jerarquía muy importante dentro de la organización en animales que viven agrupados.

En el reino animal es el líder por ser el más inteligente y el indicado para proteger a su manada enfrentándose a los más aguerridos opositores, es también el candidato perfecto con quien las hembras se aparean asegurando descendencia sana y fuerte.

En los seres humanos, el macho alfa debería, repito "debería" ser ese estereotipo de hombre que sabe lo que quiere, seguro de si mismo, un lider a seguir, capaz de ser el hombre indicado y perfecto con el cual, cualquier mujer desearía compartir toda su vida, y esta sabe que tendrá la certeza de tener un esposo que vale la pena.

¡Pero! El mal uso que se le da al término en la practica es tan contradictorio que si las mujeres nos topamos con un macho alfa salimos corriendo. Gritando ¡alejate de mi!

Resumiendo la lógica animal e impulsiva de superioridad del hombre (macho alfa) concluí las siguientes proposiciones; algunas simples otras compuestas:

1. El macho alfa comienza a mostrar interés por la (chama, jeva, mamichula) que recién acaban de presentarle.

2. El macho alfa se las ingenia con sus dotes de príncipe azul para enamorarle.

3. El macho alfa suelta en banda la causa, solo si la "princesa" no cae en sus tácticas de conquista.

4. El macho alfa rendido va tras nuevas víctimas, si, solo si la "princesa" le rebota.


5. El macho alfa acumula víctimas sensibles que sucumbían en sus falsas palabras llenas de ternura, y mantiene en el asecho a la "princesa" difícil.

6. El macho alfa se hace amigo confidente de las "princesas" difíciles, si entonces estas se lo permiten.

7. El macho alfa con las manos llenas, no se da cuenta que se le cayo una muela y la "princesa" la recogió, o quizás si lo noto pero le fingió timidez a la susodicha.

8. La "princesa" cae como víctima, si solo si ella se lo permite.

9. El macho alfa habla con ternura, proyecta personalidad, seguridad y honestidad, te invita café, un paseo cotidiano hasta te agarra la mano. Si, a toda mujer le gusta eso.

10. El macho alfa le presta atención oportuna a la "princesa", si y solo si la susodicha muestra la angustia desesperante de atención inminente.

11. El macho alfa se sale con la suya, si entonces  consiguió la "princesa", tarde pero segura.

12. El macho alfa no piensa con cordura y a otras víctimas suelta sin medir las infortunadas consecuencias, si y solo si cree tener su otra presa segura.

Las ingeniosas tácticas del macho alfa son infinitas, latentes, persistentes; la víctima nunca sabrá cuando caerá, cuando se convertirá en su presa, cuando sera envenenada con los destellos de veneno que los labios de un alfa destilan, con las caricias ardientes que marcan tu piel y la marchita, con los abrazos de Judas que un día te protegen y al otro te venden. 


Para el macho alfa  amar es solo cosas de duendes, para ellos son cuentos de camino sin ninguna veracidad contraproducente.

¿Pero que pasa cuando ese macho alfa solo es un ensayo de la vida? ¿Cuando es solo un prototipo, un ejemplar de prueba piloto fallida?

¡Recuerda!, el macho alfa  que conocemos, crudo, rústico y ordinario,  ¡no se arrepiente! Creo que muchos caen en este juego no porque sean machos alfa, sino porque son simples títeres de la vida que improvisan las alegrías, maquillan las ilusiones, siembran depresiones, y al final los hunde la soledad de su conciencia, la mediocridad de su vano pensamiento vulnerable hace de sus vidas una mentira que terminan viviendo en un mar de agonías, como cucharada de su propia medicina.  

Las mujeres por otra parte, jamas dejaremos ese don de vulnerabilidad, de dejarnos conmocionar por las estupideses que ellos practican con sus macabros y dulces planes ternurosos, por las mentiras conquistadoras, y las palabras manipuladoras de sentimientos. Mientras este don no expire el macho alfa seguirá en su aspire.






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