Hojas de Otoño
¿Estas viendo lo que yo veo? Son hojas de otoño. Aquí siempre es otoño, aunque ahí donde tú estés sea siempre primavera. Por alguna razón de la vida al costado de la casa que ocupo las hojas jamás han dejado de caer, siempre secas, y siempre gris como el alma mía. ¿Me preguntas si el violinista aún alegra mis días? A veces. El violinista ha empezado a envejecer y sus pelos negros ahora lucen como las hojas de este eterno otoño. ¿Quieres saber si he vuelto a la incivilización? Ahí nunca he vuelto para no dañar mi salud mental. He preferido quedarme aquí, mirando como el otoño castiga a las tantas hojas que siempre veo caer. A través de una carta que alguien alguna vez mandó me enteré que papá había muerto, entonces entendí que también a su vida había llegado este mismo otoño. Desde aquella vez que decidí apartarme de todos prohibí cargar conmigo el calendario y un reloj. Estaba prohibido fijarme en el tiempo y la hora, fue una desición drástica, difícil de