Escritos Por Accidente

El escritor necesita materia prima para transformarla.   Es extraño como pueden crearse hermosos versos por medio de dos sentidos o vertientes contrarias.   1. El amor condicionado por la felicidad. 2. El dolor condicionado por la tristeza. Pero hablemos de la felicidad. Una vez dije: "No creas que puedes ser feliz a expensas de los demás; de hecho, es vil, mezquino e inhumano subirse encima de seres humanos creyendo que de ese modo podrás ser feliz. Nada más absurdo que arraigar la idea de que a costa de los otros se logrará algo tan maravilloso como es la felicidad. Nunca jamás se conquistará la felicidad mancillando a seres iguales a ti". Si lo sé no olvido, esas palabras que plasme desde los adentros de mi alma, en algún punto sin sentido de mis pensamientos que brotan  sin darme cuenta, que al final cobran sentido cuando los leo. Ya que mis escritos siempre salen guiados por un ser distinto a mí. Alguien que escribe con el alma y no con la cab

Siendo las tres de la mañana desperté pensando en ti, y es que como era costumbre que mis madrugadas eran tuyas y tus madrugadas eran mías, quien no extrañaría una amistad así, quizás intente escribirte, pero hace tanto que vivimos a la distancia y cuando digo distancia no me refiero a nuestra localización geográfica, sino a la distancia en el corazón.   Pero tengo la certeza y me tomó la atribución de decir tu frase favorita: "todo es temporal, solo lo real permanece" Aunque nos hablemos cada siete meses tus palabras siempre serán las mismas; alentadoras porras para que siga escribiendo, un par de chistes para calentar el hielo, tu típica forma de decirme ARA y de siempre exclamar que soy una dura, no olvidas mi cumpleaños, y aunque quieres ponerle el traje del equipo del Licey a mi hijo a pesar de eso soy capaz de tolerarte. Y ni hablar de tus piques, y de callarme diciendo "ARA tus malditos detalles" y cuando me río por todo, por tus rabietas y

No me gustaban, no los había probado, hasta que sin querer – queriendo- me adentre a su magia intacta…y emparejarnos con lo imposible le da un matiz especial a la vida… es como caminar de la vereda de enfrente y a la vez estar del otro lado… Ser testigo de la inmensa admiración, sin que el otro se inquiete por el sigilosos suspiro que su humanidad cotidiana despierta. Me gustan los amores imposibles, porque tienen un código especial y no pasan de moda, no sucumben a la rutina, y un instante en ellos es vivido como eternidad hasta el próximo encuentro… Adoro los amores imposibles… porque son tan cercanos, certeros, e inocentes como un rostro desprovisto de ego… se dejan acariciar por palabras generales, y no necesitan de un algo espacial para regocijarse en el perfume de la alegría… ¿Cuántos amores imposibles suma tu vida? Recuerdo que la abuela una vez me contó del suyo, hasta los últimos años de su vida lo recordó, y creo que por no ser consumidos se quedan en la